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Disociación: Una mirada profunda de la desconexión emocional y mental

La disociación es un fenómeno que se presenta como una desvinculación con el presente que le impide a la persona estar conectada emocionalmente con la realidad. En muchas casos, esta disociación se presenta ante situaciones que la persona no sabe afrontar, las más habituales están relacionadas con el trauma (maltrato y abuso sexual) y con la negligencia o abandono físico y psicológico. Si se sufren este tipo de situaciones de manera repetitiva y duradera en el tiempo, es muy posible que la disociación se presente en la vida cotidiana, normalmente bajo la presión de un estresor. La disociación es una característica presente en otros trastornos como en el trastorno de estrés post traumático, incluso está asociado a personas con un apego evitativo. 

Las personas que tienden a disociarse presenta síntomas tanto físicos como psicológicos, por ejemplo:

  • Amnesia disociaría: incapacidad para recordar información personal, en algunos casos de abuso sexual infantil, la persona no recuerda su infancia, sin ningún tipo de flashback, imagen, o sensación. Sin embargo, existen micro amnesias que son más habituales que olviden eventos cotidianos, como una discusión o que ha ido al banco. Del mismo modo puede darse la situación de que se encuentren en un lugar al que no recuerdan cómo han ido.
  • Despersonalización: hace referencia a la percepción de desconectarse del cuerpo físico, hasta el punto de no reconocerse en el espejo o tener la sensación de que están divididos en dos. 
  • Desrealización: se percibe el lugar donde está como extraño, irreal, falso. También puede ocurrir que sientan como si la situación fuese una película que ellos estuvieran viendo. 
  • Alteración de la identidad: la persona se ve dividida en partes, que asumen el control en diferentes momentos. 

Cuando vemos a una persona disociada, podemos ver que está ausente, parece un robot, no escucha. En estos casos resulta muy difícil llegar a la persona, pues no está conectada al presente, es necesario resaltar que la disociación es involuntaria. Existen diversos tratamientos y pautas que tienen como objetivo disminuir esta disociación. Entre las pautas más frecuentes, se encuentran:

  • Mantener un diario: es una forma de liberar el estrés y a su vez hacer más consciente las emociones y pensamientos del día, siendo un facilitador de la introspección. 
  • Visualización de un lugar seguro: es una técnica que consiste en la creación o recuperación de lugares o situaciones seguras para la persona, a las que puede recurrir con el fin de sentirse más seguro. 
  • Mindfulness: Es una técnica que tiene como objetivo estar focalizados en el presente, disminuyendo los pensamientos intrusivos y anticipatorios. Se puede realizar de diversas maneras, entre ellas destacan: las islas de silencio, escaneo corporal y bola de fuego. Existen diferentes medios para su realización, por ejemplo, existen muchos vídeos en youtube de Mindfulness o se puede utilizar app como Serenity o Petit BamBou. 
  • Autocuidado (ejercicio y hábitos de salud): no solo hace referencia a los cuidados básicos de higiene, sino también a un autocuidado físico, emocional y social. Es decir, realizar deporte o actividades que impliquen movimiento como un paseo, liberarse por medio de la escritura, baile, pintar o cantar, o bien con actividades que a la persona le resulten placenteras como ir a una cañería. Del mismo modo, dedicar tiempo a tus amigos y fortalecer esa relación, que nos permite buscar apoyo. 

Además existen ciertos hábitos que ayudan o facilitan a la disminución de la disociación como puede ser utilizar actividades cotidianas como cocinar, ambientar la casa, o limpiar, de forma que cuando realizamos estas actividades les prestemos toda nuestra atención fijándonos en los detalles: olor, tacto, sonido, sabor. Este hábito permite que practiquemos el estar presentes y conectados a la realidad. 

En conclusión, aunque la disociación es una respuesta adaptativa del cerebro para protegerse del estrés o trauma, puede tener un impacto significativo en la vida diaria de las personas. Es importante destacar que la disociación no debe ser ignorada ni minimizada, ya que puede generar dificultades en el funcionamiento cotidiano, las relaciones interpersonales y la salud mental en general. Si crees que estás experimentando síntomas de disociación, no dudes en contactarnos, estamos aquí para brindarte el apoyo necesario para entender y gestionar estos episodios.

Escrito por: Claudia Sánchez González
 
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