Para evitar la aparición del maltrato infantil, es importante aplicar estrategias de prevención que limiten la aparición de riesgos para la salud del individuo, de la familia o la comunidad.
En el caso del maltrato infantil, la prevención es la estrategia más eficaz para lograr erradicar la vulneración de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Para ello, los niños/as necesitan disponer de determinadas habilidades que es necesario promover de forma directa y sistemática, tanto en las familias como en las escuelas. Estas estrategias se relacionan con competencias emocionales, comunicativas, asertivas, sociales y de resolución de problemas interpersonales.
Hablar de maltrato y de riesgos de forma clara es ya una forma de prevención. Para ello, es necesario explicitar estas emociones y ayudarles a generar herramientas para reaccionar cuando alguien les hace algo que les hace sentir mal. Otro factor de protección es tener claro que en su entorno hay personas en las que pueden confiar, con las que pueden hablar, que se preocupan por ellos y que están dispuestos a ayudarles. Proporcionar estas herramientas a los niños supone enseñarles a identificar, comunicar y rechazar las conductas violentas, independientemente de dónde procedan.
También es fundamental señalar la necesidad de desarrollar programas de prevención específicos en los centros educativos, incorporando a todos los agentes implicados: alumnado, familias y profesorado.
Escrito por: Elena Romo Quiñones, Alejandra Campos Ruano, Claudia Sánchez González y Gonzalo Noguerol Fajardo.
Referencias bibliográficas
Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. (2022). Boletín de datos estadísticos de medidas de protección a la infancia y la adolescencia. (N.24) Secretaría de Estado de Derechos Sociales